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La persona que persigue dos conejos no atrapa ninguno.
La dispersión, el picoteo y la multitarea son algunos de los principales problemas con los que nos enfrentamos hoy en día.
Y vista la afirmación del filósofo chino Confucio, hace miles de años que estos problemas afectan al hombre.
Disponer de metas claras y concretas es una forma muy eficaz de facilitar el enfoque en lo que se quiere realmente en la vida y evitar dispersión a partir de los inputs que se generan diariamente a tu alrededor.
¿Te has dado cuenta que cuando NO estás focalizado eres POCO productivo realmente?
A lo mejor, has respondido a la pregunta de forma afirmativa. Eso quiere decir que sí te has dado cuenta, pero quizá, no sabes cómo solucionarlo.
A lo peor, tus condicionamientos mentales han aparecido diciendo…
“Es muy fácil decirlo, ya me gustaría verte en mi trabajo”.
“Suena muy bonito, pero cómo lo hago si tengo 40 cosas por hacer cada día”.
“Yo ya soy productivo/a, son el resto que no lo son y eso me perjudica”.
“Soy consciente de que no lo soy, pero es culpa de mi trabajo, o de mi equipo, o de mi entorno”.
Si ha sido este el caso, te recomiendo leer los 2 post donde hablo sobre los condicionamientos mentales y cómo actúan.
Entonces, es probable que te des cuenta que este tipo de pensamientos, lo único que hacen, es limitarte a no probar cosas nuevas para evitar la dispersión.
Aunque también puede ser que sigas pensando lo que pensabas antes de leer los artículos; y seguir con tu dispersión, quejándote porque no llegas donde te gustaría y perdiendo la motivación día tras día para emprender las acciones necesarias para conseguir tus metas y la vida que deseas.
Al final, es un tema de decisión personal. Tú decides.
Y como decía el famoso Henry Ford…
Una de las cosas valiosas en mi vida es la libertad, y llegar a perderla uno de mis mayores temores.
Otra y fundamental es mi hijo, y si hablamos de su libertad, de que pudiera perderla. Entonces el temor cobra mayor importancia y el elemento se eleva a un número infinito.
Cuando uno se encuentra en esta situación, surge una pregunta de difícil solución.
A quién le puedo confiar un tesoro tan valioso cómo la libertad de mi hijo??
Afortunadamente y Gracias a Dios conocí a Francisco Gonzales, un excelente profesional, que ama su trabajo, con un trato amable, sincero y cercano, que inspira confianza desde el primer contacto.
Ha sido la cuerda que nos ha sacado del atolladero.
Infinitamente agradecido.
Amigo Paco.
Atte. Mauricio Ortega.
Me alegra mucho saber qué encontrases solución y la persona adecuada para ayudarte.
Gracias por compartir tu experiencia Mauricio