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La verdadera felicidad consiste en hacer el bien

 

Qué gran forma de describir la piedra angular de la Felicidad, que nos hace Aristóteles en esta frase célebre.

¿Qué significa hacer el bien? … o mejor todavía, ¿con quién se debería empezar a hacer el bien?

Infinidad de corrientes de pensamiento acaban o inician sus teorías en uno mismo. Ya que la búsqueda de la felicidad precisamente está ahí, en tu interior.

¿Y qué hay en tu interior que pueda facilitar hacer el bien de forma honesta, sin perjudicar a nadie?

En tu interior hay tus ilusiones, tus anhelos, tus objetivos, tus metas… Todo aquello que tiene la fuerza para hacerte brillar los ojos está en tu interior.

Sí… sí, ya sé que existen condicionamientos mentales que limitan la visión de las personas a poder tomar acciones distintas.

También soy consciente de la importancia de los hábitos. Y, por supuesto, sé plenamente que, sin las habilidades adecuadas, todo ello se puede convertir en una cruzada sin fin.

Pero, si tú no adquieres el compromiso y la responsabilidad personal contigo mismo/a y con tus ilusiones, nunca llegarás a la conclusión de que: Debes adquirir esas habilidades para poder avanzar en tu camino y conseguir lo que realmente te proporcionará la felicidad y la plenitud personal, que todo el mundo desea para sí mismo y sus seres queridos. Y esto es, precisamente, hacer el bien, que describe Aristóteles.

En cambio, cuando las personas no hacen nada o poco para conseguir sus ilusiones, entre otros motivos, porque piensan que son imposibles de conseguir o porque tienen pensamientos del tipo “no se puede tener todo”, entonces y sin percatarse de ello quiere decir que han empezado a caminar en dirección contraria a la felicidad y, seguramente, pensarán que la felicidad es un estado de ánimo y no una actitud, porque sólo la vislumbran o la sienten en contadas ocasiones.

Tu vida depende de ti. Y la decisión de adquirir las habilidades necesarias para hacerlo posible, también depende de ti y de nadie más.

El mundo no es el culpable de que las cosas no vayan todo lo bien que tú quisieras. El único responsable eres tú.