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No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino.

 

Es muy habitual que caigamos en la trampa de responsabilizar a factores externos, ya sean personas o hechos, cuando no nos salen las cosas como queremos o no se da el resultado que esperamos.

Lo que, vulgarmente, se le dice “echar la culpa a los demás” es la forma más extendida de quitarnos de encima la responsabilidad de la NO consecución de los resultados esperados.

En esta cita de Confucio es de fácil interpretación este hecho.

No es culpa de las malas hierbas que el campesino no consiga hacer germinar sus semillas; sino de su falta de responsabilidad en quitar o eliminar las malas hierbas.

Si eres proactivo/a y realizas tus tareas determinantes cuando toca, el resultado que esperas aparecerá. Si, por el contrario, demoras y dejas de realizar tus tareas relacionadas con los resultados que buscas alcanzar, el resultado simplemente no llegará, o al menos, no llegará de la forma que tú esperas.

¿Haces lo que toca cuando toca? ¿O te es más fácil demorar y, por lo tanto, no conseguir tus metas?