El hombre embrutecido por la superstición es el más vil de los hombres.
La superstición es uno de los grandes males de la raza humana.
Esto se debe a creencias sin ningún tipo de fundamento. Y a la necesidad humana de dar atributos mágicos o de sobrenaturalidad, a según qué tipo de sucesos o realidades; que se suponen responsables de proporcionar buena o mala suerte.
A través de estas creencias infundadas es cuando algunas personas con un nivel alto de superstición pueden llegar a ser capaces de actuar con una gran maldad, de forma despreciable y sin ningún tipo de escrúpulos. Amparándose, únicamente, en la superstición.
Platón abarca un tema importante e interesante para abordar y reflexionar a nivel personal, ya que el crecimiento personal, la plenitud y la satisfacción personal no están en el mismo camino que la superstición.