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Los sabios tienen las mismas ventajas sobre los ignorantes que los vivos sobre los muertos.

 

Menuda cita lapidaria la de Aristóteles.

A través de esta sencilla afirmación quedan expuestas, de forma muy clara, las ventajas que el conocimiento ofrece a las personas; comparándolo con las ventajas de una persona viva sobre una muerta.

El conocimiento en cualquier ámbito es vital. Y siempre te dará ventaja en cualquier situación de la vida en la que te encuentres.

Dentro de los conocimientos que puede adquirir una persona, los hay de distintos tipos. Y, por lo tanto, su aplicación y las relaciones complejas que pueda llegar a desarrollar, entre aspectos que parecen no tener ninguna conexión, se verán limitadas y determinadas por su grado.

Cuando hablo de distintos tipos de conocimientos me refiero a los que están ligados a la profesión u ocupación que tengamos en nuestra vida.

Si eres ingeniero/a, tus conocimientos te permitirán poder dar las pautas para construir, por ejemplo, piezas industriales que faciliten la fabricación de distintos productos.

Si eres informático/a, tus habilidades te permitirán dar forma en el entorno virtual a las distintas necesidades de tu lugar de trabajo o empresa.

Y de esta forma, podemos ver que cualquier profesión, carpintero, comerciante, transportista, contable, abogado, arquitecto, médico, electricista, etc., tiene una serie de conocimientos que, a través de la puesta en práctica y su repetición, van mejorando día a día y al mismo tiempo añadimos de nuevos a través de la experiencia.

Todo el mundo puede ver con facilidad que disponer de conocimientos sobre la disciplina a la que te quieres dedicar es vital para poder desarrollarla de forma correcta.

Otros conocimientos y habilidades

Pero, ¿qué pasa cuando hablamos de conocimientos y habilidades que no son de la naturaleza de tu actividad pero, seas o no consciente de ello, te pueden facilitar enormemente el desarrollar tu actividad profesional con unos niveles de éxito muy por encima del nivel óptimo o correcto?

Con este otro tipo de conocimientos, que son los que realmente te proporcionan una sustancial ventaja sobre la competencia, el comportamiento habitual es de mostrarse “escéptico”; porque se cree erróneamente que con los conocimientos específicos de la actividad a desarrollar hay más que suficiente.

Si realmente te gustaría destacar con nombre propio en tu actividad profesional, no deberías dudar ni un segundo en querer adquirir estos conocimientos.

¿Qué cuáles son exactamente? … Lee este post y sabrás cuáles son los pilares del éxito y el desarrollo profesional y personal.