Observa todo lo blanco que hay en torno tuyo, pero recuerda todo lo negro que existe.
El enfoque y la percepción de tu entorno determinará, irremediablemente, tu conducta y comportamiento en la vida.
Esto es así porque según cómo veas las cosas y tus condicionamientos mentales, decidirás emprender unas u otras acciones. Y esas acciones determinarán tus resultados en la vida.
La afirmación de Lao-Tsé, entiendo que se refiere a que, además de cuidar tu visión del entorno, debes tener en cuenta que por mucho que quieras verlo todo de color rosa, también existen contextos, situaciones y problemas que no son de color rosa.
Es absurdo querer ver las cosas siempre de una forma determinada, haciendo caso omiso a esas otras cosas que también son reales y que hay que tener en cuenta.
Tú puedes querer tener una actitud positiva, pero eso no quiere decir que no puedas (o debas) distinguir cuando una situación no es buena; y, por lo tanto, actuar en consecuencia, aceptando la situación.
Las cosas son como son. El tema es cómo las percibes tú.
Lao-Tsé te invita a observar “lo blanco”, haciendo referencia a que en la vida hay que enfocarse en lo que se quiere; y no, en lo que no se quiere… PERO teniendo en cuenta las circunstancias; sabiendo que existen, aunque, por supuesto, evitar enfocarse en “lo negro”.
