Buscando el bien de nuestros semejantes encontraremos el nuestro.

Esta afirmación puede convertirse, desde un punto de vista muy pragmático, en un lastre para la vida de cualquier persona; si se le da un significado demasiado cerrado.

El motivo es sencillo. Si tu vida gira de tal forma alrededor de los demás, sin ningún tipo de respeto hacia a ti mismo/a, es muy probable que acabes siendo un servidor a jornada completa de todo el mundo que te lo pida.

Si no se entiende bien el significado de la afirmación, es fácil acabar destruyendo el tiempo propio y las propias ilusiones. Complaciendo sin descanso a las personas de tu entorno.

Y para evitar esta situación desagradable, lo primero que debes tener son ilusiones personales en forma de meta. Sólo de esta forma podrás ayudar honestamente a quien te lo pida, sin dilapidar sin compasión tus propios sueños.

Por otro lado, si únicamente piensas en tus metas y proyectos sin tener en cuenta a tu entorno, es muy probable que acabes solo/a y te conviertas en una persona egoísta radical; cosa que también te llevará a la frustración, a medio o largo plazo.

Por lo tanto, esta afirmación está basada en el respeto mutuo. El respeto hacia ti mismo/a y el respeto hacia los demás. Tiene un significado mucho más amplio que el que se puede entender a primera vista.

Sólo de esta forma, con respeto hacia ti mismo/a, encontrarás el equilibrio personal que facilita que todo fluya a tu alrededor. Y el sentirte plenamente satisfecho/a contigo mismo/a.