Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos.
Ésta sería una buena afirmación para comprender que quiere decir «desarrollo personal” o “crecimiento personal”.
Vivimos en una sociedad que, por norma, espera a que otros hagan cosas que me faciliten a mí las cosas. Después, lógicamente, esto no pasa. Y entonces, me siento defraudado/a, apartado/a, frustrado/a e incluso deprimido/a porque las cosas no van como a mi me gustaría.
Si quieres que las cosas vayan como tú quieres que vayan… ¡¡ TOMA ACCIÓN !!
Exígete a ti mismo, no a los demás –o al menos sólo hasta el punto que te exiges a ti-, no esperes nada. Y así te darás cuenta muy rápidamente que lo que consigas en tu vida, sólo depende de ti. Y para ello debes mejorar, crecer y desarrollarte, porque sino, haciendo lo mismo, simplemente conseguirás lo mismo que hasta ahora.
La reflexión personal debe ser ¿estás dispuesto/a a HACER algo en pro de tus inquietudes?
… ¿y por dónde vas a empezar?
… ¿tienes un plan descrito con papel y lápiz de tu puño y letra?
… ¿sabes qué obstáculos puedes encontrarte y cómo vas a superarlos?
… ¿has descubierto los hábitos que te facilitarán el camino?
… ¿o, por lo contrario, sigues creyendo que ir sobre la marcha es la mejor fórmula para el éxito?
… ¿y también crees que planificar no sirve de nada, porque no puedes preverlo todo?
Todas las preguntas que puedas hacerte y que te lleven a NO HACER NADA surgen de tus condicionamientos.
¿Piensas seguir así?… dejando que tus condicionamientos y tus pensamientos limitantes gobiernen tu vida. O ¿estás dispuesto/a a hacer algo y dejar de poner excusas constantemente?