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Cuando hablamos de cómo mejorar tu negocio y tu rentabilidad, lo primordial es que dispongas de una meta clara y concreta de lo que exactamente quieres conseguir. Y el siguiente paso es focalizarse en las tareas determinantes que te van a permitir conseguirlo.

Una tarea determinante, o imperativa, o de alto rendimiento, llámalo como tú quieras, es la que tiene una relación directa con los resultados que estás buscando y estos resultados, en un contexto profesional, son… DINERO.

 

¿Cómo identifico mis tareas determinantes?

Las tareas determinantes (TD) o imperativas (TI), son las acciones concretas a realizar, que te permiten avanzar hacia las metas u objetivos que te hayas marcado.

Son las acciones que aparecen al realizar el plan de acción de tu meta.

Podríamos definir tarea determinante como:

“Aquellas actividades que proporcionan un mayor Beneficio,

y están DIRECTAMENTE relacionadas con la consecución de Resultados.”

¿Cuál es la palabra mágica que te permitirá descubrir tus TD/TI?

¿Beneficio has dicho? … meeeeggggg … ¡ Error !

¿Resultados? … meeeeggggg … ¡ Error ¡

La palabra que te va a permitir descubrir tus TD/TI es DIRECTAMENTE.

El motivo es sencillo. Hay tareas determinantes que están vinculadas a otras, y el simple hecho de no realizarlas, penaliza el resultado de la siguiente.

Veamos un ejemplo:

En un diagrama de flujo del área comercial de tu empresa o negocio, las tareas determinantes que se identifican con claridad son: preparar campañas u ofertas, planificar visitas, realizar visitas, preparar presupuestos o propuestas, cerrar las operaciones, por mencionar algunas.

Y hay una muy importante que es realizar el seguimiento de los presupuestos realizados.

Es más habitual de lo que debería ser, el NO realizar el seguimiento del 100×100 de todos los presupuestos realizados, ya sea porque “no quiero hacerme pesado”, o porque “si no han dicho nada es porque no les interesa”, o “porque no tengo tiempo”, o cualquier otra excusa que, básicamente, esconde el justificar no hacerlo.

Aprovecho para decirte que éstos son muy buenos ejemplos de cómo un condicionamiento mental (que son tus propios pensamientos) afecta y limita tus acciones y, por lo tanto, a tus resultados.

Volvamos al ejemplo. Lo que quizá no sepas es que la diferencia entre realizar el seguimiento del 100×100 de presupuestos y no hacerlo, hace mella en tu ratio de cierres.

Dicho de otra forma, en una media de ratio común, por cada 10 presupuestos, se cierran entre 2 y 4. Pero SI REALIZAS el 100×100 del seguimiento de tus presupuestos de forma correcta, el ratio resultante es aproximadamente de 5 a 6 cierres, por la misma cantidad de presupuestos.

Esto sí que es productividad, eficiencia y estar focalizado en las tareas determinantes que hacen que tus resultados mejoren, y así, te dejes de preguntar por cómo mejorar tu negocio y tu rentabilidad.

Cómo mejorar tu negocio y tu rentabilidad

¿ Cómo mejorar tu negocio y tu rentabilidad ?

Tal y como te he explicado en el ejemplo anterior, si realizas el diagrama de flujo de cada área de tu empresa o actividad profesional detectarás acciones que no estás realizando.

Lo normal es que no se realicen por falta de tiempo, o por dispersión debida a cambios de tareas constantemente, e incluso porque dedicas la mayor parte del tiempo a realizar tareas de bajo rendimiento, que se han convertido en urgencias por no tener los hábitos adecuados en gestión del tiempo y planificación.

Y, en muchos otros casos no se realizan, simplemente, por desconocimiento o porque tus condicionamientos no te lo permiten. Ellos mandan y gobiernan tu día a día mucho mejor que tú mismo.

La Actitud determinante para mejorar tu negocio y tu rentabilidad es, en primer lugar, saber qué actividades te proporcionan resultados y beneficios, es decir, DINERO.

Y después, adquirir los hábitos necesarios en gestión del tiempo y planificación, por lo tanto, aprender a “hacer lo que toca cuando toca”, sin dejar que tus condicionamientos te limiten y acabes auto justificándote, con argumentos vacíos, por no haber hecho lo correcto.

No le des mas vueltas a la cabeza sobre cómo mejorar tu negocio y tu rentabilidad, y emprende las tareas determinantes necesarias para empezar a ganar dinero.

Cómo mejorar tu negocio y tu rentabilidad

Ejemplos de Tareas Determinantes

Te detallo a continuación algunos ejemplos de Tareas Determinantes o Imperativas para estimular y ayudarte a completar tu diagrama de flujo, y mejorar tu negocio y tu rentabilidad.

Área Comercial:

  • Incrementar el contacto con los clientes actuales para asesorar y fidelizar (que valores en servicio).
  • Visitar clientes actuales para ofrecer servicios adicionales. (Estrategia horizontal)
  • Visitar clientes potenciales. (Estrategia vertical)
  • Visitar clientes actuales para pedir referencias.
  • Participar en eventos para conocer nuevos clientes potenciales.
  • Planificar campañas anuales.

Área Compras:

  • Negociar para conseguir una mejora de precio con los proveedores.
  • Mejorar en X% el precio de compra de los productos A, B, y C.
  • Renegociar servicios (entregas, mermas, …) con un proveedor cada semana.
  • Reunirse con un nuevo proveedor semanalmente para asegurar el mejor precio para ser competitivo.

Área Finanzas:

  • Gestión de cobro de morosos.
  • Tener identificados a los clientes por rentabilidad, no por facturación (información básica para tu estrategia horizontal).
  • Realizar cierres de obra o servicio.

Área Producción:

  • Hacer seguimiento de las horas que dedicamos a trabajos que no cobramos.
  • Planificar producción.
  • Realizar un plan de polivalencias.
  • Definir metas de actividad y hacer el seguimiento.

 

Soy consciente que, por tu formato de negocio o actividad profesional, puede haber algunas que quizá no encajen, pero independientemente de tu actividad, se trata de tareas determinantes, y el realizarlas correctamente o no hacerlas marca la diferencia entre el conseguir mejorar tu negocio y tu rentabilidad o simplemente trabajar.

Recuerda que, en la base de cómo mejorar tu negocio y tu rentabilidad, una cosa es saber qué se debe hacer y otra muy distinta es hacerlo, y tus hábitos en gestión, organización y planificación personal pueden ser tu bendición o tu maldición en tu camino hacia el Éxito profesional.

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